El daguerrotipo está datado en 1839 y Chopin murió en 1849, así que no hubo muchas oportunidades de que el genial músico polaco fuera inmortalizado en una de esas imágenes. Sin embargo, está circulando la noticia de que ha aparecido un daguerrotipo apenas unos meses anterior a su muerte, en el que el compositor aparece descansando y con un aspecto, hay que reconocerlo, más bien malo.
Hasta ahora solo había dos retratos fotográficos de Chopin y en general se repite siempre el mismo, también de 1849. Está muy ojeroso, delgado y la sombra de la muerte planea claramente sobre él. Por eso he preferido el lienzo de Delacroix, hecho diez años antes. Hay algo en su mirada, una ensoñación, que no se encuentra en esas imágenes de sus últimos meses. Pero reconozco que los daguerrotipos tienen también una función notarial importante.
No es seguro que este nuevo retrato sea real. Algunos expertos tienen dudas, según dicen las informaciones de agencia. Por mi parte, obviaré la presunta polémica y esta noche escucharé los Nocturnos en la versión de Rubinstein.