No sé si ustedes son muy fetichistas, pero el arriba firmante sí. Y esta semana he tenido ocasión de disfrutar enormemente porque he estado en la Academia sueca y he paseado por el salón en el que se elige cada año el Nobel de Literatura.
Resulta que Roca Editorial ha publicado un libro de Peter Englund, el secretario permanente de la Academia (ese señor que anunció que el Nobel de Literatura lo había ganado Vargas Llosa), en el que cuenta la Primera Guerra Mundial a través de veinte personajes de a pie. Su título es La belleza y el dolor de la batalla. Y con ese motivo, un pequeño grupo de periodistas nos trasladamos hasta Estocolmo para estar con Englund en su lugar de trabajo.
El secretario fue un anfitrión excelente porque nos dedicó más de seis horas, nos guió por la institución y hasta comió con nosotros en el mismo restaurante en el que los académicos cenan cada noche de jueves, tras su reunión habitual. Durante horas, Englund habló del funcionamiento de la Academia, explicó los criterios para la elección del Nobel y desmontó algunas leyendas urbanas que corren en torno al mismo. Y, por supuesto, nos habló de la Primera Guerra Mundial, sobre la que ha escrito un libro en el que todo es real, del primer al último personaje, de la primera escena a la última, pero que está escrito con un despliegue narrativo que se corresponde con la alta literatura.
Un amplio encuentro completado luego con entrevistas personales y un paseo por uno de los lugares míticos de la literatura. No creo que un fetichista ni un amante de la cultura puedan pedir más. Mañana podrán leerlo todos en El Correo y en los diarios de Vocento. Espero que les guste.