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César Coca

Divergencias

¿Nos gusta o no nos gusta la Historia?

Los alumnos de Secundaria y Bachillerato salen corriendo cuando se habla de Historia. Las facultades donde se estudia esa disciplina están semivacías y los padres tienen, tenemos, la perversa idea de que si uno de nuestros hijos quiere dedicarse profesionalmente a ella está condenándose a un futuro gris, con un horizonte más que limitado y altas probabilidades de terminar en el paro.
Sin embargo, las novelas históricas llevan por lo menos dos décadas teniendo un éxito extraordinario. Y eso está sucediendo también con las series televisivas. Por suerte, no hablo aquí de engendros en los que la Historia no es más que un escenario difuso en el que tienen lugar aventuras que en realidad están planteadas con mentalidad y escenas de hoy. Hablo de series que son históricas en el más estricto sentido del término. Hasta ahora, solo las veíamos en producciones británicas de lujosa ambientación. Ahora también hay productos nacionales. El caso más claro es el de Isabel.
El resultado puede sorprender a muchos. Se trata de un producto, como antes pasó con esas series británicas de las que hablaba, de gran audiencia. Es decir, que la Historia no nos es tan ajena como parecía deducirse de otros indicadores. En este caso, además, estamos ante una serie bastante respetuosa con lo que realmente sucedió. Hay, por supuesto, algunos elementos de ficción, pero es que es una película, no un libro que solo se basa en documentos y crónicas. Y toda película necesita, para progresar en su desarrollo argumental, de algunos diálogos, personajes y escenas que mantengan el ritmo y sostengan el guión. Por eso los guionistas se toman siempre algunas libertades que les están vedadas a biógrafos e historiadores.
Lo importante es que series como esta, dignamente realizadas, demuestran que la Historia bien contada interesa a la gente, así que el problema del alejamiento académico de nuestros jóvenes quizá sea otro. Por cierto, que si están ustedes interesados en el personaje de Isabel la Católica, hay un libro que me parece fundamental para entender su figura y su tiempo: la monumental y muy amena biografía que así titulada, Isabel la Católica, escribió Manuel Fernández Álvarez.