Hace unos días, la escritora estadounidense Joyce Carol Oates decía que en su país no se da tanta importancia al Nobel como en Europa. Es posible. Sin duda, ella, que ha sonado como una de de las favoritas en los últimos años, lo sabe. Pero bueno, suene menos o más, falta un mes para que se conceda el premio más importante del ámbito literario y a estas alturas el engranaje de la Academia sueca debe de estar funcionando a toda máquina. Según la práctica habitual, o lo que ha trascendido de ella, sus miembros estarán trabajando ya sobre unos pocos nombres. Quizá no más de tres.
Lo sabremos un jueves de octubre, probablemente el día 7, porque ya se han anunciado las fechas de los restantes galardones y van a razón de uno por jornada, entre el 4 de ese mes (Medicina) y el 11 (Economía). El calendario deja libre el jueves 7, así que todo parece indicar que será entonces, aunque no conviene descartar el 14, por si acaso.
¿Candidatos? Aún es pronto. Aún no se ha abierto el plazo para las apuestas en Ladbrokes, que es la casa que suele tener un apartado para los amantes de la literatura y los pronósticos (o solo lo segundo). De todos modos, me van a permitir que me lo juegue a rojo o negro: este año el premio recaerá en un varón.