El otro día Yolanda del blog “La dulzura de Mari” me tentó con su “Flan de calabaza” y como el hombre es débil (después dicen que el sexo débil es la mujer, no sé yo…), la cuestión es que en estos momentos tengo cinco flanes de calabaza en la nevera esperando una cuchara con ganas de destrozarlos.
Como siempre he adaptado (o destrozado) la receta a mi idea, como últimamente todos los flanes los hago de una pieza, en esta ocasión he querido hacerlos individuales y cuando tenía el bote de caramelo líquido en la mano para colocarlo en el fondo de los vasitos de cuajada (reciclados), me acorde que tengo un soplete de cocina que utilizo exclusivamente para quemar los restos de plumas que trae en pollo y se me ocurrió quemar el azúcar del flan, como en las natillas.
Ingredientes (5 vasitos):
100 g. de leche en polvo
200 g. de nata de cocinar
100 g. de azúcar
200 g. de calabaza
3 huevos
5 cucharaditas de café colmadas de azúcar (para quemarla)
3 cerezas confitadas
Preparación:
En mi caso, la calabaza ya la tenía cocida (sobras de otra receta), solo faltaba quitarle la piel, que se la quito con mayor comodidad cocida y además así trabajo mejor las rodajas sin que se me desmonten.
Si la tenéis sin cocer, tenéis varias opciones, desde pelarla y hacerla taquitos cocinándola en agua, cocerla al microondas, al horno o como yo, en un hervidor de verduras eléctrico, eso a gusto del cocinero.
Aunque con nata montada creo que quedara mejor, en la nevera solo tenía nata de cocina, así que use esa, además así manchaba un cacharro menos, evitaba montar la nata, que uno es mayor ya y no está para trabajar mucho.
Ahora introducimos todos los ingredientes en un recipiente que nos quepan y podamos utilizar en el la batidora.
En el recipiente colocamos la calabaza cocida y troceada, la leche evaporada, la nata, los huevos y el azúcar, sin olvidar reservar las 5 cucharadas de azúcar y las cerezas para decorar al final.
Aunque mi microondas es tan lento que en lugar de cocinar, descocina y llene un poco demasiado los vasos… los cocine en varias tandas…
La primera tanda fue de dos minutos, casi se sale el flan de los vasos, pero sin llegar a ello (no manche nada).
Pero viendo el riesgo, después le puse dos veces más por 1 minuto de tiempo.
Realizado esto, me llamo un amigo desde un bar, cerca de casa para tomar una cerveza, que la verdad en invierno no apetece mucho, pero darle a la lengua si, así que el flan se quedó esperando dentro del microondas y me largue a tomar la cerveza…
Con la boca mojada y la lengua cansada, regrese a los flanes y les puse unos 3 minutos más en tandas de 1 minuto.
Deje que se enfriaran un rato en el microondas apagado, que no me gusta quemarme y saque los vasitos de los flanes a la encimera.
Esparcí sobre cada vasito, el azúcar reservado, quemándolo con el soplete de cocina.
Decore con las cerezas confitadas y la media que sobro, comisión para el cocinero.