En estos momentos ando preparando una tarta un poco rara.
Realmente, estaba dudando entre escribir sobre el sentimiento de victimismo o publicar la receta de una tarta de polvorones y calabaza…
Al final he optado por disfrazarme de loquero en lugar de cocinero.
Ciertamente, muchas personas se sienten victimas del mundo, sin tener motivos para ello, busquemos los motivos y las soluciones para evitarlo.
Estas personas que se consideran victimas, se suelen sentir así porque obedecen a otros, en contra de su voluntad (en unos casos por necesidad, en otros por no enfrentarse a esa persona).
Cuando se obedece en contra de la voluntad propia, esta situación suele generar rabia y amargura.
Estas personas, después suelen quejarse de que nada les sale bien, que siempre pierden en todo, que siempre reciben lo peor…
Realmente el problema esta en su mente, solo miran la parte negativa de las situaciones, les faltan arrestos para enfrentarse a la vida, deberían, respetando el mundo, saber decir NO y saber plantarse en diversas situaciones, así como ver la parte positiva de muchas situaciones ya que solo ven la negativa, por lo cual terminan frustrados y con el sentimiento de victima.
Hemos de aprender que no todo sale bien, en ocasiones metemos la gamba, (yo el primero), pero hemos de comprender que cuando algo sale mal, aprendemos como no hay que hacerlo, para en una futura ocasión, hacerlo mejor o perfecto, pero jamás nos quitemos a nosotros mismos el derecho a equivocarnos.
Si nos equivocamos, aprendamos de ello, volvamos a intentarlo, pongámonos orgullosos y felices de conseguirlo a la segunda, a la tercera o a la cuarta… no pasa nada, nadie es perfecto, todos nos equivocamos en alguna ocasión.
Simplemente hemos de aprender a potenciar lo mejor de nosotros, a no dejarnos atropellar por los demás (ni tampoco el caso opuesto, atropellar nosotros a los demás), defender nuestras ideas y aprender de nuestros errores, dicho así es muy fácil, conseguirlo es más difícil.