Resulta desolador. Arde el norte de África y parece suceder lejísimos: o no suceder. Se desvelan opresiones, desmanes de los dictadores, se cometen violaciones de derechos humanos y nuestra opinión pública no se conmueve. Nuestro tejido asociativo volcado en el Tercer Mundo no emite señales de alarma ni llama a la solidaridad. Apenas se le […]