Sagas como ‘Command & Conquer’, ‘Warcraft’ y ‘Age of Empires’ popularizaron hace años los juegos de estrategia en tiempo real o RTS. Yo los he detestado siempre: tiendo a cogerle cariño a mis soldados, cual sargento Skinner, y me llevo unos disgustos enormes cuando el enemigo me los masacra sin piedad. Lo que no me impide considerar que ‘Company of Heroes’ sea un buen juego. De hecho, según la lista elaborada por Metacritic a partir de las puntuaciones recibidas por revistas del sector y sitios web, encabeza lo mejor del año pasado para PC, seguido por ‘GTR 2’ de SinBin y ‘Medieval II: Total War’ de Creative Assembly. Personalmente, que dos RTS y un juego de coches de carreras sean los mejores de 2006 me parece muy decepcionante. Los títulos estrella de las consolas son más atractivos: ‘Okami’ para PS2, ‘Gears of War’ para Xbox 360 y el nuevo ‘Zelda’ para las máquinas de Nintendo.
‘Company of Heroes’ transcurre en Normandía, en 1944. Los canadienses Relic Entertainment (‘Homeworld’) nos ponen al mando de varias compañías de soldados y blindados que deben asegurar el éxito del desembarco aliado. Cada mapa de la campaña principal está dividido en diversas zonas de control, que proporcionan ‘recursos’: munición, capacidad de reclutamiento y puntos estratégicos. El jugador debe desplegar sus tropas por carreteras, pueblos y campo abierto, bajo la permanente amenaza de una emboscada de la Wehrmacht. Los mapas están literalmente infestados de enemigos y obligan a sopesar con cuidado nuestros movimientos, lo que puede resultar caótico en algunos momentos, cuando se trata de avanzar por varios frentes simultáneamente. Hacer uso de la pausa y replantearse la estrategia es lo más conveniente: cada situación de combate no tiene una solución única. Si nos atacan con los míticos panzer, por ejemplo, podemos responderles con nuestros propios blindados, mandar a los ingenieros construir defensas antitanque o achicharrarlos con lanzallamas, sembrar el campo de minas, dotar a los soldados de armas antitanque, o pedir apoyo de artillería sobre su avance: las posibilidades son enormes.