Yo no sé si alguien se toma del todo en serio a Corcobado. En realidad, no tengo muy claro que Corcobado se tome del todo en serio a sí mismo. Y eso le salva, porque una poética apocalíptica como la suya, hecha de sangre, chatarra y plástico quemado, deja muy pocas salidas al creador: o acaba practicando el suicidio evasivo, o se trata de un simple impostor, o se está riendo con disimulo. Es lo mismo que le ocurría, por poner un ejemplo típico, al filósofo Cioran, que murió viejito tras postular durante décadas que la única postura lógica era quitarse la vida. Como Corcobado no se ha suicidado por el momento y, de hecho, reside apaciblemente en un cortijo de los campos de Níjar, la mayoría de la gente tiende a pensar que se trata simplemente de un farsante, borracho de poesía maldita, de teatro tremendo y de Varón Dandy. Yo me resisto a admitirlo, porque he disfrutado mucho con su discografía y ‘No puedo caminar’ se convirtió en uno de los himnos de mi juventud, así que prefiero pensar que en el fondo de tanta negrura borbotea una risita, o al menos alienta una sonrisa. Y frases de su último álbum como «no sé dónde, pero me duele mucho» me reafirman en mi idea. Eso, por no hablar de su relato de que ha compuesto la mayor parte del disco en un aljibe abandonado en medio del desierto, como si fuera un personaje de Murakami.

Se suele decir que Corcobado ha seguido una evolución paralela a la de Nick Cave, desde el ruidismo descoyuntado de sus inicios hasta el rollete de de cantautor oscuro (es que no quiero decir crooner), pero creo que en sus últimos discos se ha desmarcado de esa eterna referencia y ha dado con su estilo más personal: vean aquí el videoclip de ‘Susurro’, sencillo extraído del álbum ‘Editor de sueños’, para comprobar ese nuevo equilibrio que se podrá ratificar el 10 de febrero en el Azkena de Bilbao. A mí me gusta esta fase madura, claro que yo defendía incluso ‘Corcobator’, que según su propia web es el «disco más desafortunado y desangelado» que ha hecho jamás. Eso sí, tengo en la pila de los libros pendientes su gruesa novela ‘El amor no está en el tiempo’ y he de admitir que eso sí me da miedo, más que cualquier «tormenta de tormento» o cualquier «ritmo de sangre».

Actualizado el 9 de febrero: Corcobado ha suspendido su concierto en Bilbao debido a una «aflicción de estómago», según dice la nota de los promotores. Eso sí que es estar afligido.

Actualizado el 18 de mayo: parece que esta noche sí.