Mi banda sonora de lo que va de verano ha sido toda la colección de temas grabados en 1967 por Sinatra y Tom Jobim . Conozco a muchos rockeros a los que la bossanova les provoca sarpullidos pero creo que para estos días de playas y atardeceres que se deshacen como el hielo en la copa no hay nada como estas canciones del monstruo brasileño cantadas por La Voz. Arriba les dejo un vídeo de los dos genios juntos en una actuación en directo y podrán entender lo que les digo. La emoción contenida que destila Sinatra tiene su contrapunto en la guitarra de Jobim y en las miradas de complicidad que de vez en cuando éste lanza a su compañero. Esos dos acumulan juntos más juergas que todos los crápulas de Ibiza juntos, por ejemplo.
¡Qué pareja! Jobim, un joven brasileño, procedente del mundo de la izquierda, educado en los garitos de Río de Janeiro y en las noches con poetas como Vinicius de Moraes. Y Sinatra, la música del imperio en un momento en el que su mundo se tambaleaba con la pujanza del rock, el ‘power flower’ y la guerra del Vietnam. Kennedy ya había sido asesinado y las conexiones de Sinatra con la mafia salían a la luz de forma periódica, lo que no le impedía al futuro presidente Reagan aceptar su apoyo. Y de dos vidas tan diferentes surgió una música irrepetible.
P.D: La bossanova tiene un problema. Ha sido tan usada por la publicidad y tan pirateada en versiones baratas que para disfrutarla hay que hacer un esfuerzo y despojarse de la costra que todos esos productos menores han bloqueado nuestros oídos. Pero es un trabajo con recompensa.
P.D 2: El título. No sé si alguien ha probado alguna vez la caipirinha de bourbon. Yo no lo he hecho, pero esta música me sugiere intentarlo.