Cuando escribo estas líneas, faltan 24 horas para que se anuncie el premio Nobel de Literatura de este año. El proceso de elección está perfectamente definido por las normas, pero no se sabe quiénes son los dos o tres nombres sobre los que los miembros de la Academia sueca debaten desde el regreso de las vacaciones. Y entre esos nombres está el del ganador.

¿Qué dicen las apuestas? La casa Ladbrokes recoge que, en este momento, los favoritos son Haruki Murakami, por quien se pagan dos a uno, y Péter Nádas, que cotiza a razón de cinco por dos. Después van William Trevor (siete a uno) e, inmediatamente detrás, Mo Yan y Alice Munro (ocho a uno). Bob Dylan está diez a uno.

¿Tienen alguna fiabilidad las apuestas? El año pasado dieron de lleno con Tranströmer, que las encabezaba desde algunas horas antes de conocerse el fallo. El anterior anduvieron muy despistadas, pues Vargas Llosa ocupaba un discreto segundo plano.

¿Y este año? Si hacemos caso a las cuotas a las que la Academia, en mayor o menor medida, responde, deberíamos pensar en un autor estadounidense, porque la gran literatura de ese país hace nada menos que 19 años que no recibe el galardón (desde Toni Morrison). Por eso mismo de las cuotas, me parece que el húngaro Péter Nádas tiene menos posibilidades, pues su paisano Kertész lo recibió hace justo una década.

Murakami, que encabeza las apuestas, me parece un aspirante serio, aunque no haya un acuerdo completo sobre su relevancia literaria. Es un escritor muy leído y representa a una parte del mundo no siempre bien atendida por el Nobel, y eso juega a su favor. Junto a él, Alice Munro y, sobre todo (y ya sé que me acusarán de que esto es casi personal), Philip Roth (16 a 1), son estupendos candidatos. En unas horas tendremos la respuesta.