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César Coca

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Ningún fin de semana sin música: 'Brockes Passion' de Telemann

Telemann es considerado el compositor más prolífico de la historia. Al parecer, compuso más de 3.000 obras, aunque muchas se han perdido, probablemente para siempre porque estaban guardadas en archivos que fueron destruidos durante la SGM. Están acreditadas unas 800 obras.

Fue coetáneo de Bach y padrino de pila bautismal de uno de sus hijos más célebres, Carl Philip Emmanuel Bach. Fue también íntimo amigo de Haendel. Viajó muchísimo, conoció a mucha gente, ocupó cargos de gran relieve en el mundo cultural de entonces… como ser director de música de las cinco iglesias mayores de Hamburgo, la ciudad donde pasó la mayor parte de su vida.

Sabía tocar una docena de instrumentos, componía desde muy joven, pero fue obligado por su familia a estudiar Leyes, aunque lo dejó pronto. Su buen humor, su capacidad para relacionarse en sociedad y una confianza en sí mismo enorme, sumados a su innegable talento, lo convirtieron en el músico más célebre de su tiempo de largo. Mucho más que Bach, por más que a partir de la mitad del siglo XIX se haya impuesto este último. Fue promotor también de lo que se considera la primera revista musical de la historia, que publicaba muchas obras (suyas y de otros) por entregas, lo que obligaba a los interesados a seguir comprándola.

En 1716, Haendel y Telemann compusieron pasiones sobre el libreto del escritor Heinrich Brockes. Puede parecer casualidad, pero desde 1712, fecha de la publicación de ese texto, se ha utilizado como base para al menos 30 composiciones musicales, así que quizá no deba extrañar la coincidencia de los dos famosos compositores. La Brockes Passion es una obra bellísima. Mucho menos conocida que las pasiones de Bach (y anterior), pero tan hermosa, o casi. Y de dimensiones extraordinarias: dura más de dos horas, lo que también revela cómo era la liturgia de ese tiempo.

(Les dejo este fragmento, con la Academia de Música Antigua de Berlín y el RIAS Kammerchor, dirigidos por René Jacobs. La primera de las arias es sencillamente emocionante).