Quién se atreva que lo niegue. ¿A quién no le ha subido la moral, la autoestima, la bilirrubina… esta canción? ‘Walking on sunshine’ es uno de los temas pop de los ochenta que más se acerca a la perfección. Agradable y lleno de frescura, no hay disco de recopilación que ignore esta canción, como tampoco puede faltar en ninguna fiesta. Es la que todos hemos utilizado cuando a nuestros invitados empieza a atacarles la somnolencia. Ponerla y todos a agitarse es todo uno. También es ideal para escuchar en los días difíciles.

Es una composición que demuestra un gran amor a la vida y un optimismo sin fin. Su ritmo contagioso nos describe la ansiedad que una joven sufre por tener noticias de la persona amada. Habla de un novio que viene a verla de vez en cuando, pero al que quiere tener con mayor frecuencia.

Como anécdota destacar que la versión que se hizo más popular no fue la primera que grabó Katrina and The Waves. Hubo una anterior, concretamente de 1983, que con un estilo de rock más convencional y cercano al new wave no triunfó. Posteriormente una multinacional discográfica se fijó en el grupo y ‘Walking on sunshine’ volvió al vinilo en 1985 con un sonido más discotequero. El éxito fue inmediato, arrollador e internacional, hasta el punto de que consiguió ser nominada a los Grammy como mejor artista novel.

A ‘Walking on sunshine’ han recurrido también numerosas películas necesitadas de dar color a sus bandas sonoras y son asimismo muchas las agencias de publicidad que han puesto sonido a sus campañas con Katrina and The Waves.

Solía pensar que a lo mejor me amabas,
ahora nene estoy segura
Y no puedo esperar el día,
en que golpees mi puerta

Ahora cada vez que voy al buzón,
tengo que detenerme
Porque no puedo esperar a que
me escribas para decirme que vienes

Ahora estoy caminando al sol
Estoy caminando al sol
Estoy caminando al sol

Se siente bien, no, hey, ahora bien,
y se siente bien, no, hey, yeah
Solía pensar que a lo mejor me amabas,
ahora se que es cierto

Y no quiero pasar toda mi vida,
sólo esperando por ti
Ahora no te quiero de vuelta por el fin de semana,
ni de vuelta por un día no, no, no

Te digo nene que quiero que vuelvas, y quiero que te quedes
Oh yeah.. ahora estoy caminando al sol
Estoy caminando al sol
Estoy caminando al sol

Se siente bien, no, hey, ahora bien,
y se siente bien, no, hey, yeah
Oh yeah, y se siente bien, no
Caminando al sol… caminando al sol..yeah

Siento el amor, siento el amor,
siento el amor, que es realmente real
Siento el amor, siento el amor,
siento el amor, que es realmente real

Estoy caminando al sol
Estoy caminando al sol
Estoy caminando al sol

Se siente bien, no, hey, ahora bien,
y se siente bien, no, hey, yeah,
lo digo, lo digo, una y otra vez.

VERSIONES

Son numerosas. Han elegido ‘Walking on sunshine’ para incluirla en sus discos artistas tan diversos como Clifford, Gonzo the Great and Rizzo the Rat, Jeffries Fan Club, Girl Authority. Jump5 , Beyoncé, Orquesta Valparaíso, Ghoti Hook o The Insyderz. Es peculiar el cóver que realizó Dolly Parton en 1997.

En castellano tuvo la osadía el cantante argentino Diego Torres. La tituló ‘Por la vereda del sol’.

Katrina Leskanich es norteamericana, pero triunfó en Gran Bretaña en compañía de The Waves de Kimberley Rew y Alex Cooper, a los que conoció en Cambridge, ciudad a la que emigró desde Kansas. La conjunción fue perfecta y pronto surgieron temas cargados de ritmos de batería y guitarra que deleitaron por su simpleza. A ello se unió que compartieron productor con REM. El éxito estaba garantizado. 

Pasaron a la historia por ‘Walking on sunshine’, pero tuvieron otras canciones buenas como ‘Sun street’, ‘Going down to Liverpool’, ‘Break of hearts’ o ‘Love shine a light’, con la que se presentaron al festival de Eurovisión en 1997. Por supuesto ganaron el concurso.

Un año más tarde decidieron poner fin a su andadura después de la marcha de Katrina. Sus excompañeros intentaron reemplazarla, pero no tuvieron fortuna.

Los temas de Katrina and the Waves fueron repartidos entre sus miembros. La fortuna deparó que ‘Walking on sunshine’ fuera a parar a manos de la propia Katrina. Los derechos de publicación y los beneficios le han procurado ya más de un millón de euros en la última década.