Hoy he cambiado de idea tres veces antes de escribiros el post, desde ayer tenia claro que hoy escribiría sobre el subconsciente, también tengo pendiente publicaros un flan realizado con leche de almendras y al final me he decidido por una ensalada de judías pintas…

Como el otro día se nos murió el congelador del combi y tenemos un congelador grande pues pensé que no merecía la pena repararlo y decidí comprar una nevera del tamaño del combi, sin prisas, ya que el congelador que tenemos es lo suficientemente grande (inmenso) para dos personas, pero fui a una tienda a ver que había y encontré una nevera que tenia la medida justa que necesitaba, eso si a cambio de 600 euros (creo que un poco cara, carísima para mi economía) pero bueno la compramos y ya esta en casa.

Pues acabamos de enchufarla y hemos traspasado los alimentos de la vieja a la nueva y han aparecido medio bote de judías pintas que use este fin de semana, lechuga de esa que te venden troceadita y embolsada (no suelo consumir ese tipo de alimentos, pero en ocasiones caigo en la tentación) y restos de queso de jamón y queso que sobraron de una cena con pan, tomate y embutido.

Pues visto lo que había en la nevera, con algún gruñido de Silvia (que pensaba hacer una tortilla para cenar) he negociado cenar una ensalada de judías pintas (y he salido victorioso sin pelear, debo estar perdiendo facultades…).

Pero bueno me estoy enrollando mas que una persiana y este comentario es ya mas largo que la receta en sí.

Ingredientes (2 personas):

Lechuga troceadita (en este caso es de diversas variedades)

¼ kg de judías pintas cocidas

1 huevo duro

1 patata cocida

Queso

Jamón

Aceite

Vinagre

Sal

Preparación:

La preparación de las ensaladas es de lo mas fácil de la cocina, aunque en este caso se complica un poco por el hecho de tener que sofreír las judías (aunque por dar unas vueltas a las judías de bote en una sartén con un poco de aceite no creo que se le caigan los añillos a nadie, y si se le caen que se agache y los recoja).

En primer lugar colocamos un poco de aceite en una sartén a fuego lento y colocamos en el las judías hasta que se evapore su caldito.

Mientras, entre vuelta y vuelta a las judías, vamos preparando la ensalada.

En el fondo colocamos la lechuga cortadita.

Pelamos la patata cocida (la teníamos sobrante de otra receta), la cortamos a trocitos y la añadimos a la lechuga.

Cuando las judías estén listas, las colocamos sobre la lechuga y las patatas y removemos con cuidado de no destrozar nada.

Pelamos el huevo duro y lo cortamos longitudinalmente en cuatro trozos.

Colocamos el nuevo en las esquinitas para decorar.

Ahora cortamos a taquitos el queso y el jamón y lo colocamos sobre la ensalada, sin tapar el huevo.

Añadimos generosamente vinagre (el de Módena tiene un exquisito sabor, pero destroza la presentación de la ensalada, por lo cual he optado por un vinagre de vino normalito).

Salamos y añadimos un generoso chorro de aceite virgen de oliva, por si algún glotón como yo quiere mojar sopitas en el caldito.