Siempre me he preguntado por qué hay que estudiar -y gastar dinero en ello- lo que ya está estudiado. Viene esto a cuento de algunos de los resultados del informe presentado ayer por el Observatorio Vasco de la Cultura. En Euskadi se sabía con anterioridad cuántas entradas de teatro, cine, música clásica, danza, lírica y pop se venden cada año. Se sabía también cuántos libros se venden, y cuántos periódicos. Pero ha sido necesario volver a estudiarlo. Y hacerlo además con algún disparate estadístico de por medio. Que alguien lo explique.