Han pasado trece años desde que un publicista retirado irrumpiera en el mundo editorial con una novela policial que causó un gran impacto por la originalidad de su planteamiento. John Verdon creó para aquella novela el personaje del detective Dave Gurney, retirado de la Policía de Nueva York tempranamente después de haber resuelto varios casos de dificultad endiablada. Lo que era un texto escrito casi con la única finalidad de entretener a su mujer lo convirtió en una celebridad, así que Verdon decidió seguir escribiendo: siempre novela policial y siempre con los mismos personajes y con el mismo escenario básico, la casa de Gurney, situada en las montañas, a un par de horas de la ciudad.
Verdon va ya por la octava entrega de su serie. Es ‘El favor’. Y aquí hay un par de novedades. Porque hasta ahora, Gurney se ha enfrentado a casos de enorme dificultad, ha corrido grandes peligros e incluso ha estado a punto de morir. En este caso, investiga un caso ya juzgado porque se lo pide una amiga, en busca de un resquicio para una apelación: un antiguo deportista de éxito ha sido condenado por el asesinato de un tipo que quería chantajearlo. El problema es que en el transcurso de la investigación, Gurney termina por ser el principal sospechoso de otro asesinato, de forma que sus indagaciones tienen el objetivo paralelo de salir indemne de cuanto sucede.
En los últimos libros de Verdon ya no hay crímenes de imposible explicación (en realidad, sí la tenían, aunque muy compleja) pero su escritura ha ido ganando en ritmo y sus personajes están mejor caracterizados. Y la relación entre Gurney y su mujer –que poco papel tenía en las primeras entregas– ocupa un puñado de páginas de un libro que responde a las expectativas.
(Publicado en elcorreo.com)