>

Blogs

César Coca

Divergencias

Ningún fin de semana sin música: Concierto BWV 974 de J. S. Bach

Muchos grandes compositores, sobre todo en el barroco, han escrito obras partiendo de partituras de otros colegas. Se trata, por supuesto, de piezas muy queridas por ellos, trabajos singulares que esos compositores estudian, revisan, adaptan y a los que dan nueva vida. Johann Sebastian Bach lo hizo un puñado de veces, y algunas de las obras así escritas han alcanzado notable popularidad.

Una de las más conocidas es este Concierto BWV 974, que parte del célebre Concierto para oboe y orquesta de Alessandro Marcello, una de esas piezas sagradas, perfectas por el equilibrio absoluto que consiguen. Pues bien, Bach lo coge y lo traslada al teclado. Respeta lo escrito por el italiano porque se da cuenta de que es una joya lo que tiene entre manos, pero le da un aire diferente manteniendo la esencia. He preguntado a unos cuantos amigos qué pieza les gusta más, la original o la de Bach, y hay división de opiniones. Quienes solo conocían la de Marcello y escuchan más tarde la de Bach tienden a inclinarse por la primera. Quienes conocían sobradamente ambas se dividen más o menos por la mitad.

Les dejo la pieza de Bach (la de Marcello la pueden encontrar en este mismo blog, aquí). Así como cuando hablé de la de Marcello me referí al importante papel que juega esa música en el filme Anónimo veneciano, no me resisto a apuntar que esta obra suena en Elegía, de Isabel Coixet (versión cinematográfica de la novela El animal moribundo, de Philip Roth) en momentos muy relevantes. Por cierto, que esta película cuenta con una magnífica selección de música clásica, del barroco a la contemporánea. He elegido la versión de Glenn Gould, seguramente la más ilustre que he encontrado. A mí me parece demasiado lenta, pero es ciertamente muy hermosa. Disfruten.