Como otros compositores estadounidenses de esos años, Ferde Grofé se sumó con entusiasmo a la combinación de la tradición clásica que conocía perfectamente -nació en el seno de una familia de origen francés con varias generaciones de músicos- con los nuevos ritmos procedentes del jazz y el folclore norteamericano. Por eso su obra encaja perfectamente en esta cultura de aluvión, que toma prestados elementos de aquí y de allá dándoles una personalidad nueva, que es la estadounidense de la primera mitad del siglo XX.
Para muchos aficionados, Grofé es conocido solo por tres trabajos: su orquestación de la Rapsodia in blue, cuya versión original escribió Gershwin para piano, la Suite Mississippi y esta Suite del Gran Cañón que les propongo para este fin de semana. Hay más en su catálogo, pero fuera de EE UU apenas si se interpreta nada que no sean estas partituras. Y las dos últimas, de forma muy infrecuente.
Les dejo el tercero de los cinco movimientos de la Suite del Gran Cañón, el más famoso de todos ellos. Disfruten.