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César Coca

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Un libro cada semana: 'Cuando Lázaro anduvo' de Fernando Royuela

Un libro que apareció en las librerías hace ya un par de meses y que recuperamos ahora porque es un volumen que merece la pena. La historia arranca con un principio de impacto: Lázaro, un empleado de banca que ha sido despedido por la entidad para la que trabaja porque no entra en el perfil del trabajador que ahora se requiere, sufre un colapso cuando está en casa regando sus bonsáis, y es ingresado en un hospital. El diagnóstico no puede ser peor: está al borde mismo de la muerte. Su esposa llama a la hija única de ambos, que vive en Londres, para que vuelva inmediatamente, mientras las dos hermanas de Lázaro, Marta y María, llaman a un sacerdote de una orden religiosa de estas nuevas y con un cierto regusto a secta, para que le dé la extremaunción. A las pocas horas, Lázaro muere. Los médicos firman el certificado correspondiente y empiezan los trámites habituales.
Cuando el cadáver de Lázaro es trasladado al tanatorio del mismo hospital, el muerto se levanta y pide un cigarrillo. Entra en la UCI a toda velocidad, le hacen pruebas y el resultado es de una claridad absoluta: Lázaro goza de un estado de salud magnífico. Es decir, ha resucitado.
A partir de ahí, se pone en marcha una maquinaria infernal. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid quiere un informe sobre lo sucedido; el director del hospital se lo encarga a los médicos que le atendieron. La hija de Lázaro quiere demandar al hospital porque se da cuenta de que hay un negocio detrás de la resurrección. Una periodista se entera de lo sucedido y cuenta la historia, la TV lo llama para un reality de máxima audiencia. Y, mientras, el pobre Lázaro no es capaz de encontrar su lugar en el mundo al que ha vuelto desde el más allá.
Royuela satiriza la sociedad actual a partir de un hecho ciertamente inverosímil pero que encaja a la perfección en este mundo desquiciado y diseñado para convertir todo en espectáculo que nos ha tocado vivir. Todos los capítulos empiezan igual: “Cuando Lázaro anduvo… “ y a partir de ahí la referencia a noticias aparecidas en los periódicos en los días en los que se supone que transcurre la acción. Y al final llega un momento en que el lector no sabe qué es más descabellado: si la resurrección de Lázaro o las noticias reales que leemos cada día.

 

(Publicado en elcorreo.com)