Es un rumor que crece día a día. En breve, quizá la semana próxima, Rodríguez Zapatero cambiará a algunos miembros (quizá también algunas miembras) de su Gobierno. Con seguridad, reducirá el número de carteras. No tanto porque esa medida suponga un gran ahorro como por lo que tiene de carga simbólica respecto de la necesidad de profundizar en la austeridad.

¿Qué dicen las quinielas? Las hay para todos los gustos, de manera que con seguridad encontrarán alguna que les plazca. ¿La mía? Pues creo que sería razonable volver a reunir Educación y Cultura en una sola cartera, como ya ha estado en varias etapas. El Ministerio de Cultura, además, tiene muy pocas competencias porque está casi todo transferido y solo rige los destinos de unos pocos organismos y diseña algunas políticas muy generales.

Si se produce esa fusión -que no tiene por qué suponer menoscabo de la cultura, lo importante no es tener o no un ministerio sino hacer cosas y hacerlas bien-, estoy convencido de que González-Sinde abandonará el cargo. No estoy seguro de que Gabilondo siga, pero me parece mucho más probable que él se encargue de la nueva cartera a que sea González-Sinde quien la asuma. La ministra más odiada por los internautas, al menos por algunos, puede participar este viernes en su último Consejo. O, como mucho, el penúltimo.