El año pasado por estas fechas, algunos escritores y personas vinculadas al mundo editorial abrieron un debate sobre la función de las ferias del libro, incluso sobre su propio formato, que se mantiene idéntico desde hace varias décadas. Como si no hubiese sucedido nada, ni en el mundo de la edición ni en el mundo en general. Recuerden al respecto que hace tres años se prohibió expresamente en la de Madrid la presencia de editoriales digitales.
Pues bien, voy a plantearles a ustedes una historia de ciencia-ficción. Una feria de dentro de unos años.
Bilbao, Madrid o cualquier otra ciudad donde se celebra alguna feria de una cierta entidad. Año 20??. El libro digital se ha impuesto y el tradicional queda reducido a un ámbito muy pequeño: solo para determinados contenidos y para coleccionistas. Algunas preguntas:
– ¿Qué exhibirán las casetas? O, mejor aún, ¿habrá casetas?
– Desaparecido el libro en papel, ¿qué firmarán los autores? ¿O ni siquiera habrá sesiones de firmas?
– ¿Qué pasará con la política de descuentos para los compradores en las ferias?
– ¿Tendrían sentido ferias del libro virtuales?
Con seguridad, en alguna parte alguien está pensando ya en estas cosas. ¿Se les ocurren a ustedes respuestas a estas preguntas?