Aprender lo es todo. Tan sencillo y tan importante, en estos tiempos de superficialidad, en los que se aprecia más la apariencia que el fondo. Y una reivindicación tan necesaria del papel del profesor, desacreditado en esta sociedad en la que los derechos del alumno pasan siempre por encima de los suyos y en la que hay tantos docentes desincentivados por la falta de autoridad en el aula, la burocratización brutal de su trabajo (en la universidad alcanza proporciones delirantes), su paga escasa y su nulo prestigio social. Libros, profesores y aprendizaje. Una asociación de conceptos que no deberíamos dejar de tener en cuenta. Gracias por un anuncio así, inteligente en tiempos en que la inteligencia cotiza tan a la baja.