Creo que una de las enfermedades de la que estamos aquejados todos, en mayor o menor medida, es la sobremoralización. Moralizamos que es un primor. Hacemos buenos y malos cada segundo , señalamos héroes y traidores en cada esquina, nos erigimos en bandera de la decencia con la facilidad que, más que admiración, causa miedo. […]