Si no surge ningún imprevisto (que no cabe descartar del todo, ya ha sucedido alguna vez), Javier Marías será elegido el día 29 académico de la Lengua. La candidatura ha sido propuesta por Gregorio Salvador, Claudio Guillén y Arturo Pérez-Reverte y se trata de cubrir la vacante dejada por Fernando Lázaro Carreter.
Marías es sin duda uno de los grandes de las letras en castellano
de este momento, un escritor que ha conseguido tener éxito en
Latinoamérica y en otros lugares donde la literatura española está menos presente, como Alemania. Su nombre empieza a sonar también para el Nobel,
porque su literatura es del tipo que gusta a la Academia sueca. Quizá
aún le falten diez años para estar también en la ‘edad Nobel’, pero eso
es sólo cuestión de tiempo.
Confieso que a mí me gusta
especialmente ese ritmo pausado, la distorsión del tiempo y la mezcla
de ficción y realidad que son las marcas de la casa de la literatura de Marías.
Para quienes quieren iniciarse en su obra (que no es especialmente
fácil, pese a lo cual ha conseguido convertir sus libros en
‘best-sellers’), me parece que lo mejor es comenzar por Mañana en la batalla piensa en mí, que tiene un fantástico arranque y que plantea desde sus primeras páginas un dilema moral que atrapa al lector.
La foto que ilustra este ‘post’ es de José Ramón Ladra.