Estábamos en una de esas breves tertulias cuando ha surgido el tema de la escasa presencia del fútbol,
y del deporte en general, en la literatura. Entre los participantes en
la misma, y eran compañeros con buenos conocimientos literarios
(supongo que es una perogrullada, porque se da por sabido que el gremio
periodístico está obligado de oficio a leer mucho), había una
coincidencia general en que pese a la presencia social que tiene, las
páginas de periódico y los minutos de radio y televisión que llena, el fútbol parece escasamente atractivo para los escritores. Aunque por supuesto hay algunos que son hinchas confesos. Destacaré uno: Javier Marías, que publicó hace unos años una recopilación de artículos sobre la materia (Salvajes y sentimentales) que debería ser lectura obligada para quienes se consideran aficionados. Una joyita.
Pero a lo que iba. No sé si por lo hiperprofesionalizado que está, por el poco edificante espectáculo que se da en numerosos campos donde dos de cada tres palabras pronunciadas por muchos asistentes son insultos (algunos incluso utilizan los gentilicios como tales) o porque se trata de un deporte que tiene cada vez menos épica, pero lo cierto es que no hay ninguna gran novela en la que el fútbol tenga un papel relevante. O nosotros no la conocemos, que también puede ser.
¿Alguien tiene alguna explicación a este desinterés de la literatura
por algo que es tema de conversación casi permanente para la mitad de
la población? Esto es una invitación a todos los lectores de este blog,
pero también a los de El Córner. No estaría nada mal un debate interblogal. ¿Se dirá así?