Seré breve. Sobre todo porque acabo de escribir una cosilla para el blog que se acaba de ir por el sumidero digital y he metido la mano pero no la encuentro. Vamos, que la he perdido. Decía entonces, echando un poco de leña al fuego sobre lo que ha escrito el compañero César, acerca del legado cultural del franquismo, que no sé si era mejor o peor el Alberti de las odas a Stalin o e claisicismo de García Nieto, aunque no hay por qué elegir. Las autoritarismos serían malos aunque hubiere buena literatura.
Y luego mentaba lo de la brecha digital, que lo acabo de oír en la
radio. Hay dos cosas nefastas en esta vida: fumar y no tener internet.
Lo demás es relativo. Qué bobada. Todo el mundo sabe que internet es un
vertedero y que, ante todo y como siempre, importan los contenidos. Quedarse embobados ante la red es como mirar con ojos de vaca al humo que sale de la máquina de la Revolución Industrial. Además, vamos a conseguir la hazaña de que los alumnos chicos tengan un portátil en cada mesa sin haber pasado por la biblioetca escolar, o de aula, esa que según dicen tanto hace falta. A ver, ¿para qué sirve internet si uno no tiene idea de nada?