Recientemente hemos tenido ocasión de comer un cocido gallego en el Etxanobe, que nos cocinó nuestro amigo Vicente Esteban, de Santa Maria de Xeve. Además de costilla, oreja, berza y rabo, nos trajo un chorizo ceboleiro que es un auténtico desconocido para nosotros. Lleva carne menos magra que la del típico chorizo gallego, pero tiene mayor proporción de cebolla y resulta más aromático, blando de masticar y digestivo. En algunos pueblos de Orense le añaden calabaza. Resulta excelente acompañado de verdura cocida. Me recuerda a la morcilla, pero con mucho pimentón. Es una joya de la gastronomía española, aún por descubrir para muchos, que merece la pena promocionar.