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Desesperado rescate en el Karakorum

Helicópteros del ejército paquistaní y alpinistas de diversas nacionalidades se encuentran inmersos en estos momentos en un desesperado rescate en la cordillera del Karakorum. El objetivo no es otro que sacar con vida de la pared del Latok, un pico inexpugnado de 7.125 metros en el corazón del Karakorum, al alpinista aragonés Óscar Pérez, que se encuentra inmovilizado a aproximadamente 6.200 metros de altitud con una pierna y un brazo rotos tras sufrir un accidente cuando intentaba escalarlo en estilo alpino con su compañero de cordada Álvaro Novellón.

El rescate se ha convertido una lucha contra el reloj ya que Oscar acumula ya seis días atrapado en la pared. En todo este tiempo ha tenido que sobrevivir herido, sin tienda de campaña, con un pequeño saco de dormir, un infiernillo, un cartucho de gas para hace agua y algunos alimentos enérgeticos. Eran todo lo que llevaban él y su compañero en su intento por abrir una nueva vía en estilo alpino en el Latok II.El drama se acrecienta porque el rescate está en marcha con la incertidumbre de saber si Oscar Pérez sigue vivo, ya que no tiene forma de comunicarse con el exterior. Tras el accidente, su compañero le asisitió y al ver que era imposible descenderlo, le dejó a resguardo en una repisa con toda la comida que llevaban encima y siguió el descenso para pedir ayuda. Tardó un día y medio en llegar al campo base, donde dió la voz de alarma el pasado sábado a su club, el Peña Guara de Huesca, que desde entonces se ha movilizado en su auxilio. También se ha sumado a las labores de coordinación Sebastián Álbvaro, que casualmente se encontraba de vacaciones en el Karakorum.

Las vías abiertas para intentar el rescate del escalador aragonés son dos. Por un lado se intenta que un grupo de alpinistas escale hasta donde se encuentra y lo descienda. Esta opción, por otra parte la más viable, tiene varios inconvenientes que alargarían el rescate, ya que se trata de una vía inescalada y sin equipar, lo que requiere alpinistas muy experimentados (La ruta en intentaban abrir Óscar y Álvaro en estilo alpino está al alcance de muy pocos), que además ascenderán más lentos al tener que ir equipando la vía. Además, tienen que confluir las circunstancias de que los alpinistas experimentados estén en la zona del Latok, ya aclimatados y con equipo suficiente. Pues bien, todas esas circunstancia se han dado, aunque sólo en un escalador, el norteamericano Fabricio Zangrilli, que pese a que acaba de descender de un intento en el cercano K2 no ha dudado en ofrecerse a ayudar. Zangrilli está ya en el campo base, a donde ha sido trasladado en helicóptero y hoy mismo comenzará la ascensión con Álvaro Novellón, que pese a sufrir congelaciones leves ni se lo ha pensado.

Mientras tanto, desde España ayer partió un equipo formado por Simón Elías, Jordi Corominas, Jordi Tosas, Jonathan Larrañaga y Dani Ascaso, o lo que es lo mismo, algunos de los mejores alpinistas españoles de la actualidad, todos ellos socios del Peña Guara y amigos de Óscar y Álvaro. El problema es que en el mejor de los casos (o sea, que una vez aterricen en Islamabad fueran directamente trasladados en helicóptero) no llegaría al campo base antes de mañana, jueves. También se espera que hoy lleguen el CB otros dos alpinistas españoles que se encontraban en la zona, Ramón Portilla y Álvaro Corrochano.

La otra opción consiste en sacar a Óscar Perez de la repisa en la que se encuentra, a 6.200 metros, con un helicóptero. Este recurso es muy complicado tanto en el aspecto técnico como en el burocrático, y solo tiene un antecedente: el rescate de Tomaz Humar en el Nanga Parbat en 2005. En la parte técnica, hay que tener en cuenta que a esa altura los helicópteros vuelan por encima de sus límites y controlarlos es muy difícil. Además, es imposible buscar un lugar para aterrizar, así que hay que arrancar literalmente al alpinista de la pared, o lanzándole un cabo al que se pueda aferrar o, si las heridas se lo impiden, descendiendo desde el helicóptero otro alpinista que le enganche a la cuerda que le saque de la montaña. Y aunque parezca increíble, eso ya ha sucedido. Lo consiguió el teniente coronel Rashid Ullah Baig, que en 2005 asombró al mundo con su casi imposible rescate de Tomas Humar en el Nanga Parbat. Su gesta alcanzó tal dimensión que fue recompensado con un puesto en el Gobierno paquistaní.

Así que es lógico que en el club Peña Guara pensaran inmediatamente en ese piloto para salvar a Óscar. Pero es cuando se han topado con el aspecto burocrático. Esos helicópteros son militares y el Karakorum está considerado como zona de guerra por su proximidad con Cachemira. Todo vuelo debe ser autorizado por el Ejército. Y una operación de ser riesgo por el mismísimo Gobierno. Por ejemplo, el rescate de Humar sólo se pudo realizar tras la autorización expresa del entonces presidente, Pervez Musarraf, que sucumbió a las presiones internacionales por la dimensión mediática que alcanzó el accidente de Humar. Y en ello está el equipo que coordina el rescate en el club Peña Guara, que no ha dudado en contactar con el Ministerio de Exteriores para intentar las gestiones al más alto nivel para que el Gobierno paquistaní autorice la operación de rescate.

En medio de todo este cúmulo de dificultades, al menos el tiempo está siendo bueno, ya que en caso contrario, todo el proceso sufriría un nuevo retraso. En el caso de los helicópteros, ya sea para el rescate o para llevar a a los alpinistas y el material al campo base, porque no podrían volar; y en el caso de los alpinistas, porque su progresión en la pared se complicaría enormemente.

Mientras tanto, Óscar Pérez aguarda su rescate a 6.200 metros de altitud, solo, en una pequeña repisa de una pared casi vertical en mitad del Karakorum. Quienes le conocen aseguran que su mayor fortaleza reside en su cabeza, en la tranquilidad y el temple con que afronta los momentos difíciles. Y estos lo son. Más que ninguno.

Foto 1: Óscar Pérez, en primer término, y Álvaro Novellón durante una expedición anterior. (Efe)

Foto 2: Imagen del Latok II, con la vía que intentaban abrir. Oscar se encuentra, aproximadamente, entre los campos 2 y 3. (Desnivel.com)

Foto 3: Álvaro (izq.) y Óscar (dcha.) posan junto a su cocinero con el Latok I al fondo, que intentaron antes del Latok II. (Efe)

Foto 4: Óscar Pérez escalando en el Latok III en 2006. (Barrabes.com)

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latok, rescate

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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