Quizá algunos de los lectores de este blog recuerden que el año pasado por estas fechas les anuncié que la dirección del festival Musika Música me había encargado una función audiovisual sobre las relaciones entre música clásica, cine y literatura, en el contexto de los compositores de la edición 2017. Había dos películas que cumplían el requisito de estar basadas en célebres obras literarias y a la vez contar en su banda sonora con partituras de los cuatro autores en los que se centraba esa edición: eran Muerte en Venecia de Luchino Visconti, sobre la novela de Thomas Mann y con música de Mahler, y La insoportable levedad del ser de Philip Kaufman, a partir de la obra de Milan Kundera y con música de Leos Janácek. El tema me dio mucho trabajo pero también me divertí muchísimo haciéndolo y creo que al público, que prácticamente llenó la sala en las dos funciones, le gustó lo que vio y escuchó.
Pues bien, este año repito presencia en ese festival. Con la misma fórmula y ocho películas en las que, partiendo de obras literarias, incluyen en su banda sonora partituras escritas entre 1918 y 1939. De nuevo tendremos filmes de directores en su mayoría considerados de culto: ahí estarán Kubrick, Lynch, Tarkovski, Kurosawa, Haneke, Rose y otra vez Kaufman. La música será de Ravel, Shostakovich, Poulenc, Prokofiev, Barber, Bartók y Schoenberg. Como ven, la combinación es sencillamente extraordinaria. Las funciones serán el viernes 2 a las 19.30 (concierto Nº 11) y el sábado 3, a las 19 horas (concierto Nº 41). El precio de la entrada es de 4 euros.
Confío en verlos por allí. Seguro que nos vamos a divertir.