La propuesta de este fin de semana contiene un homenaje a Yehudi Menuhin, de cuyo nacimiento se cumplirán cien años el próximo día 22. Escribiré de ello en el Territorios del 23. Ya saben que el de mañana será un monográfico dedicado al cuarto centenario de la muerte de los dos genios mayores de la literatura universal: Cervantes y Shakespeare. Pero voy a aprovechar para este homenaje anticipado. Menuhin fue no solo uno de los mejores violinistas de la historia de la música, sino también un artista comprometido con la paz y los derechos humanos. Por ello recibió el Príncipe de Asturias junto a Mtislav Rostropovich.
Les dejo esta pieza breve de carácter lírico y feliz. Se trata de Salut d’Amour, que escribió Elgar para su esposa como regalo de boda. Ella, a su vez, le entregó un poema. Es una obrita concebida originalmente para violín y piano pero que luego fue adaptada para otros instrumentos e incluso la orquesta en su conjunto por el propio compositor. Con posterioridad, otros instrumentistas han hecho versiones para su uso particular. Es una música feliz y sin problemas. Todos nos merecemos una pieza así al menos de vez en cuando. Disfruten. (El pianista es Adolph Baller).