La semana pasada pensé proponerles alguna obra de un compositor belga, a modo de homenaje por los atentados de Bruselas. Pero al final prefería ceñirme a la fecha de Semana Santa y dejar para este viernes la propuesta. Así que aquí tienen una pieza de César Franck, que aunque adquirió la nacionalidad francesa -en principio fue para poder acceder al Conservatorio de París pero luego pasó el resto de su vida en esa capital- había nacido en Lieja y allí vivió hasta los 13 años.
Franck fue durante los treinta últimos años de vida organista en la basílica de Santa Clotilde, un soberbio edificio neogótico que se levanta entre los museos d’Orsay y Rodin. Muchas de sus obras están escritas para ese instrumento pero en su enorme catálogo -poco conocido por aquí con la excepción de unos pocos títulos- hay también una serie interesante de piezas orquestales. Una de ellas es este poema sinfónico con piano solista sobre una obra de Victor Hugo, compuesto en 1884, seis años antes de su muerte. Se trata de Les Djinns. Una obra de carácter, en la que el pianista debe hacer frente a no pocas dificultades técnicas.
Aquí se la dejo en la versión del gran Sviatoslav Ritcher, con la Joven Orquesta Sinfónica de Moscú dirigida por Kirill Kondrahin. El sonido no es muy bueno, pero la interpretación es fantástica. Disfruten.