La biografía de Giovanni Battista Pergolesi reúne varios elementos comunes del barroco, con la particularidad de que lo hace en una sola persona: una muerte temprana (tenía solo 26 años), a consecuencia de una mala salud desde el nacimiento, agravada al parecer por una tuberculosis; un catálogo formado mediante un trabajo intensivo, porque solo así se entiende que escribiera tanto en tan pocos años; y un número elevado de piezas falsamente atribuidas porque algunos autores de menor relevancia publicaban las obras con su firma para tratar de beneficiarse así de unos ingresos mayores. Le pasó a Vivaldi con Chédeville y a otros muchos.

Pergolesi tiene una importancia fundamental en la evolución de la ópera italiana y marcó el rumbo de la llamada escuela napolitana. El reestreno en París de su ópera La serva padrona desató una polémica entre partidarios de la escuela francesa, más seria, y la italiana, mucho más ligera. Algo parecido a lo que sucedería en Viena en la segunda parte del siglo XIX con wagnerianos y antiwagnerianos.

Dadas las fechas, la propuesta de este fin de semana es el Stabat Mater, quizá la pieza más famosa de su autor. Una música sacra de intensa emoción. Les dejo el Dolorosa, con su belleza desolada.