El verano toca a su fin. No la estación como tal, sino lo que significa. Este fin de semana muchos regresarán a sus casas desde sus lugares de vacaciones y el lunes estaremos todos o casi todos en nuestros puestos. A los más pequeños apenas si les queda otra semana antes de volver al colegio.
Con el período vacacional termina también este ciclo de piezas musicales interpretadas en salas de concierto pero que fueron compuestas para el cine o a partir de obras escritas para la gran pantalla. La serie no podía acabar sin incluir una obra del compositor más laureado: John Williams. En su catálogo figura un centenar largo de bandas sonoras (varias de ellas están en la lista de las mejores de todos los tiempos, según quienes se dedican a estas cosas), pero también hay un buen puñado de piezas clásicas, donde el autor ha dicho que se ha permitido una mayor experimentación.
Reconozco que lo primero que pensé cuando decidí que había que incluir a Williams en esta serie fue seleccionar una obra de cámara, que luego tuvo versión para solista y orquesta, basada en la banda sonora de Siete años en el Tíbet. Pero luego reparé en que el próximo lunes, 1 de septiembre, se cumplen 75 años del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Y eso merece una referencia en este blog. Así que la obra elegida es la Suite que el músico realizó a partir de la banda sonora de La lista de Schindler. Más bien, un fragmento de la misma.
Aquí tienen a Itzhak Perlman (que también lo interpretaba en la película) como solista y al mismo Williams a la batuta, en el tema más célebre de la banda sonora. Lo escucharán como no pudieron hacerlo en el filme, porque allí no suena nunca en su totalidad. He renunciado a incluir algún vídeo en el que la música se acompaña de imágenes de la película porque prefiero que aprecien la belleza y la intensidad de la pieza sin condicionantes emocionales.