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César Coca

Divergencias

Queremos tanto a Julio

El autor más revolucionario de la literatura en español del siglo XX no publicó su primer libro hasta los 37 años y jamás se tuvo por un profesional de la escritura. Julio Cortázar, el creador de la Maga, Oliveira y Morelli, de Lucas, los cronopios y los famas, el inventor de nuevas formas de narrar que rompen la linealidad, cumpliría cien años hoy, día 26. En uno de sus poemas más célebres escribió que solo dura la efímero pero su obra gana en peso e influencia cada día que pasa.

Nacido accidentalmente en Bruselas (su padre trabajaba en la Embajada argentina), recorrió mundo desde su infancia, vivió en el barrio bonaerense de Banfield, luego estudió Magisterio y ejerció de maestro, escribió sus primeros poemas con el seudónimo de Julio Denis y recibió una gran influencia de Borges, que se advierte con facilidad en Bestiario (1951), un primer volumen de cuentos que le dio cierta notoriedad.

Durante los años sesenta, sobre todo tras la publicación de Rayuela, Cortázar fue a su manera uno de los ejes en torno a los que giraba el boom latinoamericano. Un gigante, y no solo por sus 193 centímetros y su voz grave, que arrastraba las erres. Cuando murió, su amigo García Márquez escribió un artículo de recuerdo oportunamente titulado El argentino que se hizo querer de todos.

Cortázar hizo tantas cosas, su personalidad tiene tantas facetas, que resulta casi inabarcable. Hay un Cortázar activista político que no duda en poner su prosa al servicio de algunas causas que considera justas pero se refugia en la ambigüedad cuando sus amigos lo decepcionan; hay otro que es un músico frustrado; existe un poeta de intenso lirismo; un cuentista perturbador por su capacidad para fundir realidad y fantasía; un novelista experimental y un rebelde contra el tiempo. Era capaz de pasar un viaje en barco a través del Atlántico sin dejar de aporrear su underwood portátil y de consumir noches enteras cantando tangos como si lo hubiera hecho toda la vida.

Murió en París el 12 de febrero de 1984, a los 69 años, víctima de una leucemia, según la versión oficial. Algunas fuentes dicen que fue a causa del sida que contrajo por una transfusión de sangre. Para entonces, ya era un mito de la literatura que había dejado escrito que el silencio es «un desatador de sueños». Los sueños que oculta cada casilla de una rayuela.

(Salta por las casillas de la rayuela y descubre las múltiples facetas de la personalidad de Julio Cortázar).