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César Coca

Divergencias

Un libro cada semana: 'Ávidas pretensiones' de Fernando Aramburu

Atención, peligro: una treintena de poetas están reunidos en un convento de un pequeño pueblo perdido en la España interior. Vanidades insatisfechas, egos gigantes, envidias colosales, recelos eternos… En ese encuentro de gente diversa unida solo por la poesía hay de todo ello. Así quedará de manifiesto en tres días en los que deberían dedicarse a debatir sobre asuntos de alta cultura y elegir el mejor poema de cuantos se presenten a su particular concurso. El problema es que, además, varios participantes van al convento con el afán principal de beber sin medida y, si es posible, tener algo de sexo, que no todo va a ser poesía mística.
Después de haber escrito algunos libros imprescindibles para entender el caldo de cultivo en el que nació ETA y el drama sufrido por las víctimas, Fernando Aramburu se adentra en el humor más despendolado. Para ello, pone en marcha un grupo de poetas en el que hay muchos motivos para reírse, para el escarnio y la crítica ácida, y también unos pocos para la compasión.
Con un lenguaje afilado, el escritor donostiarra cuenta cómo dos poetas lesbianas se la juegan a unos mozos del pueblo que confían en tener una noche loca; un viejo poeta ciego se lo monta con una jovencita que le hace de secretaria, lazarillo y amante; un par de amigos sortean el difícil trance de la intoxicación de un tercero… y así hasta completar un cuadro que más parece corte de los milagros que respetable grupo literario.


Hay en el libro mucha mala leche, no poca sátira y muestras abundantes de que el autor sabe exactamente de qué habla cuando se refiere a los poetas y su mundo, más bien pequeño, para qué nos vamos a engañar. En el universo estrecho de ese círculo poético están la vida y la muerte, la prudencia y la locura, las ansias de notoriedad y el temor al ridículo, la generosidad y el egoísmo. Es decir, un grupo disparatado pero real como la vida misma. Por eso, al terminar la historia puede que la risa (del lector) se convierta en mueca.

(Publicado en elcorreo.com)