>

Blogs

César Coca

Divergencias

Pobre cultura

Días de malas noticias. Muy malas. El pasado fin de semana se batió el récord de la menor recaudación en los cines españoles desde que hay registros fiables. Hace unas semanas cerró Harmonia Mundi Ibérica. Las ferias del libro están echando la persiana con resultados discretos. Los festivales de música de este verano han presentado programas caracterizados por una oferta muy modesta en cuanto a solistas, directores y orquestas. Y hay grandes museos (El Prado, sin ir más lejos, pero no es el único)  que están registrando descensos notables en el número de visitantes.
Por supuesto, las razones no son las mismas en todos los casos, pero en buena parte sí. La crisis. La puñetera crisis. La tremenda subida del IVA. El desapego, me temo que creciente, de la sociedad española hacia la cultura y hacia quienes la hacen posible, manifestado en el hecho de que muchos deben de creer que quienes se dedican a ello no tienen derecho a vivir de su actividad.

De este período de crisis tan mal gestionado por unos cuantos políticos ajenos al sector que han entrado como un elefante en una cacharrería (por suerte, quedan algunos que no lo hacen nada mal, pero son minoría) saldrá una cultura adelgazada en su dimensión, con menos agentes y más comercial. Preparémonos para ello. No lo sentiremos por algunas ofertas artificiales, que se han mantenido a golpe de clientelismo sin que su calidad ni su originalidad justificaran su pervivencia. Pero sí por otras que aportaban justamente eso y que ahora, carentes de apoyo público, se están quedando sin suelo bajo sus pies. Y se van a caer al vacío.
¿Cultura pobre? No. Pobre cultura.