Seguimos con música rítmica, enérgica, de esa que nos llena de optimismo. Coincidirán conmigo, supongo, en que bastantes motivos nos da el entorno como para la depresión, así que nos vendrá bien que la música nos ayude a elevar el tono.
Este fin de semana les propongo la Danza húngara Nº 1 de Brahms. Las Danzas húngaras forman una serie de 21 miniaturas que fue escrita originalmente como una colección para piano a cuatro manos. Luego, el propio Brahms hizo una reducción para piano solo y orquestó tres de ellas, una precisamente la que traigo hoy a esta sección. La más célebre de todas es la Nº 5, muy usada en la publicidad, el cine, la radio y la TV. También esta Nº 1 es célebre, aunque no tanto. Sin embargo, les confieso que es mi favorita.
Les dejo la versión original para piano a cuatro manos, a cargo de dos pianistas muy jóvenes (ambas nacieron en 1987) pero que tienen ya una gran proyección: Khatia Buniatishvili y Yuja Wang. Hay mucho talento ante ese teclado. Disfruten.