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César Coca

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Un libro cada semana: 'Sangre, sudor y audiencias' de Miguel Ángel Ambrosio

Miguel Ángel Ambrosio es un periodista bilbaíno que ha trabajado en varias cadenas de televisión, lo que le ha llevado a conocer muy bien ese mundillo que tanto juego da a diario. Esta es su segunda novela y transcurre en dos ámbitos que le son familiares: el geográfico de la ciudad de Bilbao y el temático de la televisión. Más en concreto, los programas de cotilleo de la TV.

El argumento es el siguiente: un joven guionista que solo tiene experiencia en ficción, acepta un puesto en un programa de cotilleo de una cadena nacional que tras haber ejercido un amplio liderazgo en su franja horaria parece a punto de perderlo. Junto a él está un director del programa consciente de que todo el equipo está en peligro por esa pérdida de liderazgo, un ejecutivo de la productora que emplea su tiempo libre en acostarse con la espectacular nueva reportera, un realizador imaginativo y con un concepto muy abierto de lo que es la ética informativa, una segunda reportera que no soporta tener competidoras a su lado…

En mitad de ese barullo, en el primer día de trabajo del nuevo, se produce un hecho llamativo. Un actor y cantante cincuentón, que arrastra su decadencia por escenarios cada vez menos ilustres, protagoniza un episodio de abusos a una niña en el parque de doña Casilda. La madre y algunas otras personas lo ven y el actor huye a la carrera. En ese momento empieza la persecución policial y la de los programas de cotilleo, mucho más dura e implacable.

El lector asiste atónito a las reuniones de los guionistas del programa, las instrucciones que dan a los invitados, la búsqueda de testigos o personas próximas a los protagonistas del hecho, la compra de testimonios, la disposición de ‘cebos’ para alimentar de carroña las tertulias. Todo vale en el mundo de las vísceras, y nadie se detiene por minucias relacionadas con la ética o la veracidad.

Miguel Ángel Ambrosio ha escrito una novela que se leería con una sonrisa en los labios –a veces, incluso con una carcajada– si no fuera porque sabemos que todo lo que cuenta es real aunque esté disfrazado de ficción. Esos reporteros existen, esos guionistas existen, esos tertulianos existen. Y esta novela, tan ilustrativa de tantas cosas, nos ayuda a conocer lo que hay detrás de esa basura tan bien elaborada que consumimos cada día.

P.S. Permítanme que presuma un poco: Miguel Ángel Ambrosio fue alumno del Máster de Periodismo de EL CORREO y la UPV/EHU. Ya ven.

 

(Publicado en elcorreo.com)