Anne Holt es una escritora noruega, autora de varios libros que han logrado muy buenas ventas y que se inscriben dentro de la corriente de la novela policial escandinava. La autora presenta algunas peculiaridades respecto de sus colegas: una de ellas es que trabajó como abogada para la Policía; la otra que fue durante unos meses ministra de Justicia, cargo del que dimitió por razones de salud.
Lo que esconden las nubes oscuras narra la investigación de Inger Johanne Vik, una especialista en perfiles criminales que colabora con la Policía. Su marido, que en esta novela tiene poco papel, es el comisario Yngvar Stubo. La pareja ya ha protagonizado otros libros de Holt. Pues bien, el caso que se plantea aquí es la muerte, aparentemente accidental, de un niño de ocho años, sucedida el mismo día de julio de 2011 que Anders Breivik ocasionó una matanza en Oslo (murieron 77 personas). Ante un ataque de tal intensidad, la Policía está desbordada, los forenses no dan abasto y ese caso, tan pequeño, tan aparentemente claro, podría haber quedado archivado, sobre todo porque el niño muerto es hijo de una pareja de clase media-alta, que vive en una magnífica casa de una elegante zona residencial. Inger Johanne Vik tiene una relación de proximidad con la familia porque fue compañera de colegio del padre.
Pero sucede que un policía novato a quien el caso le cae de rebote porque todos los agentes veteranos están con el crimen de Breivik tiene algunas sospechas. Y empieza a investigar casi por su cuenta primero y luego con la ayuda de Inger Johanne Vik. Poco a poco empiezan a salir a la luz aspectos inquietantes: todos quienes rodeaban a la familia del niño sospechaban que algo raro pasaba. En la escuela, la maestra y el director habían notado que el niño tenía moratones con frecuencia, incluso se había roto un brazo en alguna ocasión. Un amigo de la familia ya había percibido también cosas extrañas, y hasta una de las abuelas se teme lo peor.
La novela se adentra en un terreno poco habitual del género policial para realizar además una crítica social muy dura a esa aparentemente bien articulada, solidaria y eficaz sociedad noruega. Aquí lo que aparece es un brutal individualismo, un afán por no interferir en la vida de los demás que termina siendo letal para los más débiles y una falta de empatía real (aunque las apariencias sean otras) muy llamativa respecto de las víctimas.