Esta semana les propongo el Concierto para violín de Alban Berg, ( programado por la Orquesta Sinfónica de Euskadi para la semana próxima), que lleva por subtítulo A la memoria de un ángel. Se trata de la obra más lírica de uno de los miembros de la Moderna Escuela de Viena, y para muchos es también la más comprensible de las que, siguiendo el nuevo lenguaje dodecafónico, se crearon en esos años.

Esta pieza está dedicada a la memoria de la hija de Alma Schindler (que fue la esposa de Mahler) con Walter Gropius, su segundo marido. La chica murió con apenas veinte años a causa de la poliomielitis. Hay una circunstancia que añade un mayor dramatismo a un concierto que ya lo tiene de por sí. Su autor, que ya  estaba perseguido por los nazis, no pudo asistir a su estreno porque murió antes, el día de Nochebuena de 1935, por una septicemia causada, seguramente, por una picadura de abeja.  El concierto sería estrenado cuatro meses más tarde en Barcelona. Poco después empezaría la Guerra Civil.

Les dejo el arranque del concierto en versión de Akiko Suwanai, dirigida por Pierre Boulez.