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César Coca

Divergencias

Un libro cada semana: 'Deja en paz al diablo' de John Verdon

La semana pasada hablábamos de uno de los best sellers de este verano y esta semana vamos con otro de ellos. Se trata del tercer libro de John Verdon, un publicista que, tras jubilarse, decidió escribir una novela para entretener a su mujer y esa novela, Sé lo que estás pensando, se convirtió en un enorme éxito a nivel internacional. A España llegó en el verano de 2010, el pasado año tuvimos otra entrega del mismo autor y el mismo personaje principal, No abras los ojos, y aquí tenemos la tercera. Tras el éxito de la primera, Verdon se propuso escribir tres. Ignoramos si el éxito rotundo de las tres la hará cambiar de opinión o ya tiene dinero suficiente y se ha cansado de trabajar.

 

Eso, cansancio, es el mal que aqueja a su detective, Dave Gurney, tras su última investigación. Como sabemos, Gurney es un detective retirado tras 25 años en la Policía, donde tiene el expediente más brillante que se recuerda. Ya estaba retirado, apenas en la cincuentena, cuando un amigo acudió a él para resolver una amenaza que se cernía sobre él en forma de un asesino capaz de adivinar lo que pensaban sus víctimas. Era el primero de los casos. Ahora, Gurney sufre un proceso de estrés postraumático después de estar a punto de perder la vida en su caso anterior. Nada la apetece, no encuentra placer en nada, y deja pasar los días de tibio sol en el paraje rural en el que tiene su casa sin salir siquiera al porche a disfrutar de los primeros o los últimos rayos del día. Su mujer está muy preocupada porque no reconoce a su esposo en ese ser que parece indiferente a todo.

 

Hasta que un día una periodista que fue la responsable de la creación de su imagen de policía al que ningún caso se le resiste, le llama pidiéndole ayuda. Se trata de su hija, una joven veinteañera que está haciendo su doctorado en Periodismo y quiere hacer un documental sobre las víctimas de un asesino en serie que no fue detenido nunca. Quiere su colaboración a la hora de analizar determinados aspectos de los crímenes y algunos comportamientos de las víctimas. Gurney decide echarle una mano sin el menor interés, movido solo por la amistad, y se ve metido en un nuevo caso. No se puede contar más sin reventar el argumento. Pero sí se puede decir que estamos ante una novela ideal para estos días vacacionales que nos esperan: entretenimiento, ritmo endiablado y una narración de género con un amplio espectro de lectores potenciales. Un libro con el que interrumpir la lectura es difícil, y nada mejor se puede decir de una novela.