Creo que fue García Márquez quien dijo que no hay pena que aguante una hora de buena lectura. Me sumo por completo a la propuesta y añado otra: no hay pena que sobreviva a unos minutos de buena música. Y hay miles de horas de buena música, no solo unos pocos minutos.

Música que nos hace olvidar la crisis y sus durísimas consecuencias, los problemas generales y los particulares, el dolor y la angustia. Música que nos transporta a otros mundos, a emociones vividas y emociones soñadas, a recuerdos maravillosos de cosas que quizá no fueron como los evocamos. Música que nos trae a la memoria a personas que quisimos y que ya no están, o que seguimos queriendo. O que alimenta la ilusión de que un día el mundo, no el grande -que eso es imposible- pero sí el pequeño, el nuestro, será un día tan perfecto como algunas melodías.

Mañana se estrena en la temporada de la ABAO L’elisir d’amore, de Donizetti, una ópera ligera, fruto de un encargo de última hora, escrita a una velocidad casi inverosímil. Donizetti murió de sífilis, que fue la enfermedad que, junto a la tuberculosis, se llevó más artistas a la tumba en el s. XIX. Cosas de la falta de medicamentos adecuados y la promiscuidad imperante en esos días. Tampoco importa ya. Esta ópera tiene un aria de esas inolvidables. Oro puro. Una música embriagadora. Escúchenla, y sean felices. Por unos minutos, la crisis no existe.

http://www.youtube.com/watch?v=Fh2Vh8jwyQA