No me gusta que cambien los nombres de las calles. Entiendo que a veces es preciso hacerlo, pero los cambios deben ser realizados con prudencia. Por eso, me encantan aquellas ciudades en las que las calles tienen el mismo nombre que hace cien o doscientos años. Nombres que se refieren a los gremios que estaban presentes en ellas o a personajes que son historia, que han sido muy relevantes para la ciudad, el país o el mundo en su conjunto. Así que me molesta que un ayuntamiento retire el nombre de, por ejemplo, un poeta mayor para darle a la calle el de uno menor pero autóctono. Me parece muy bien que ese escritor nacido ahí mismo tenga su calle, pero le podrían dar una nueva, y no quitársela a uno de los grandes.
Les cuento todo esto porque en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real) el ayuntamiento ha cambiado el nombre de algunas calles. Siete en total, aunque tres son las que han suscitado la polémica: las que hasta ahora se llamaban Pablo Iglesias, Enrique Tierno Galván y Pablo Neruda. La explicación dada por el alcalde, que responde al nombre de Juan Antonio Callejas (PP), es que se trata de tres personas “nada conocidas” y que “nada han hecho por el pueblo”. No voy a hacer comentario alguno respecto de la circunstancia de que una de las nuevas denominaciones de esas calles es Selección Española de Fútbol, que sin duda ha hecho mucho por la localidad.
No me voy a referir tampoco a Iglesias ni Tierno Galván, porque este blog se centra en la cultura. Pero sí diré algo sobre el poeta a quien se ha retirado una calle. ¿Nada conocido Pablo Neruda? ¿Nada conocido un premio Nobel autor del libro de poemas amorosos de mayor éxito del siglo XX? Prefiero pensar que Callejas no es fruto del sistema educativo que padecemos. Quiero pensar que, simplemente, es un ignorante. Y esos los hay incluso en aquellos lugares donde tienen un excelente nivel escolar.
P. S. Recojo la sugerencia de un compañero y la traslado a Callejas: dele usted una calle a Belén Esteban. Es una celebridad.