El pasado fin de semana no pude dejarles música, así que me veo en la obligación de compensarles por ello. Lo haré con dos temas. No podía faltar la clásica, que ya saben ustedes de mi debilidad. He elegido para la ocasión una pieza muy célebre, que suena a caballos corriendo por el campo, lo que ahora que el verano ha llegado y muchos estarán de vacaciones, en contacto con la naturaleza, parece oportuno. Es la Obertura de Guillermo Tell, la última ópera de Rossini, que a partir de entonces se dedicó durante décadas a la gastronomía.
El otro tema salta al ámbito de la música popular. Es una canción de los sesenta, muy bella o al menos a mí me lo parece. La interpreta una gran dama de la música anglosajona, Dusty Sprinfield. Se trata de You don’t have to say you love me. Si tienen a su pareja cerca, pueden bailarla descalzos a la luz de la luna. No se me ocurre ambientación mejor. Disfruten del fin de semana.