Una exposición en el centro cultural de la Plaza de Colón, en Madrid, repasa estos días la historia de Les Luthiers, un grupo que cinco amigos crearon en 1967. Algunos supimos de su existencia más tarde (en ese año estábamos ocupados en juegos mucho menos sofisticados que los que ellos plantean) pero hemos llegado al mismo punto de destino: el de los muchos momentos de diversión pura que les debemos.
Hay en sus números un enorme sentido del humor, referencias culturales de todo tipo, autoparodia, por supuesto mucha música y una puesta en escena fantástica. El humor es necesario para vivir y es sobre todo preciso en días como estos, con todas esas noticias que ustedes leen en los periódicos (cuña publicitaria: léanlas sobre todo en este) no precisamente optimistas.
Olviden la crisis por unos minutos. Y rían.