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César Coca

Divergencias

Asuntos de lenguaje. ¿Por qué hablamos y escribimos así?

Soy consciente de que hoy expongo un tema sobre el que José María Romera nos ilumina cada semana en su columna de Territorios y en su blog. Él lo expone magníficamente, lo explica y además utiliza a menudo una ironía sutil de la que yo carezco. Así que solo voy a mostrar mi perplejidad sin entrar en su territorio. Aquí va.

No entiendo muy bien por qué hablamos como hablamos y escribimos como escribimos. Tres ejemplos vistos u oídos en los últimos días.

1) Una pareja entra en una tienda en plenas rebajas. Se acercan a una de las mesas donde hay muchas camisas. Él coge una, se la muestra a ella y le dice: “Es hiperbonita”.

2) Ciertos locutores radiofónicos cuentan el estado de las carreteras de la misma manera que algunos de sus colegas narran los partidos de fútbol: “Hay varios puertos cerrados en red secundaria. En red principal, existen varios con cadenas…”

3) Algunas empresas de servicios vinculadas al comercio y el transporte (ahí los he visto yo) han colocado carteles con sus compromisos. El lenguaje usado para describirlos es por lo menos peculiar. Nunca faltan las palabras o expresiones “los agentes implicados”, “implementar medidas”, “ser proactivos”, “legislación omisa” y algunas otras. Todo muy responsable. Otra cosa es que luego el centro comercial donde se exponen tan buenas intenciones tenga goteras o el medio de transporte sea algo parecido en algunos momentos a una cámara de compresión.

¿Por qué hablamos y escribimos así? ¿No podemos explicarnos de manera más clara y elegante? ¿Por qué el lenguaje coloquial está repleto de expresiones extrañas de manera que ya nadie dice de algo que es muy bonito, sino que es hiperbonito, o que está bien sino que es megaguay? ¿Por qué el lenguaje administrativo parece hecho para no decir nada? ¿Por qué hemos hecho desaparecer de algunos lenguajes los artículos? ¿Por qué ahora implementamos medidas en vez de adoptarlas o ponerlas en marcha? ¿Por qué somos proactivos en vez de promover, incentivar o estimular? ¿Por qué se habla de legislación omisa en vez de decir que hay lagunas, carencias o vacíos en la legislación? ¿Por qué hay agentes implicados en vez de referirnos a quienes participan en algo?

¿Somos raros o somos cursis?

Quizá el raro sea yo. Tampoco lo descarto.