Hay dos historias que estos días salen en los periódicos, la radio y la televisión que requieren cuanto antes de algún novelista que nos las cuente con estilo literario y nos transmita de forma completa y vigorosa cada uno de sus aspectos.

La primera de ellas la protagoniza Madoff, el financiero que ha dado con sus huesos en la cárcel por haber protagonizado la mayor estafa (conocida) de la Historia. Creo que quien mejor podría contarlo es Tom Wolfe, que ya nos brindó un excelente relato de la miseria del mundo de las altas finanzas en La hoguera de las vanidades.

La segunda es la muerte terrible, cada día que pasa más terrible, de Marta, la joven sevillana cuyo cadáver sigue sin aparecer tantas semanas después del crimen. Aún no sabemos toda la verdad pero lo conocido es ya un muestrario de horrores y una prueba de que la crueldad humana no tiene límites. Truman Capote habría podido escribir una tensa novela que tuviera como escena central lo que sucedió en la casa del ex novio, con los otros muchachos participando del crimen y decidiendo luego qué hacer con el cadáver, como quien discute sobre dónde cenar. Sin olvidar la indignidad de la novia actual y su familia, ocultando el crimen durante tanto tiempo. Un verdadero A sangre fría a la española.