>

Blogs

César Coca

Divergencias

Los plagios

He leído que Bryce Echenique ha sido condenado por un tribunal peruano por plagio. Es una historia de la que se ha venido hablando. El autor de Un mundo para Julius siempre lo ha negado, pero ahora hay ya una sentencia, aunque puede recurrir.

Me gusta bastante la literatura de Bryce Echenique, esa tenue melancolía y ese sentido del humor con frecuencia tan autoparódico. Creo que no es Vargas Llosa , por citar un autor de su mismo país, ni Borges ni García Márquez, pero muchos de sus libros son buenos: cuentan historias interesantes y están bien escritos.

Dicho eso, tengo que añadir que desprecio a quienes plagian. Me parecen, en el ámbito más o menos intelectual o artístico, responsables de un verdadero fraude. Y sin embargo, qué común resulta. ¿Quién no conoce -en este nivel del que hablamos o en uno mucho más modesto- algún latrocinio de este tipo? Y entre quienes nos dedicamos a escribir, ¿quién no se ha sorprendido alguna mañana leyendo un texto idéntico en unos cuantos párrafos a otro que uno mismo escribió tiempo atrás pero firmado por otra persona?

¿Qué lleva a alguien a coger un texto de otro y sin más añadirlo a uno propio? O copiarlo en su totalidad. Puedo entender la argucia del estudiante sin tiempo para hacer un trabajo (o sin ganas, o sin conocimiento). Pero no entiendo ni entenderé la del profesional de la palabra, ya sea periodista, escritor o profesor universitario, que piratea de esa manera. Aún entiendo menos que, una vez conocido su latrocinio, no se les caiga la cara de vergüenza.

Y, a veces, ni siquiera piden disculpas.