Es muy pequeña, apenas tiene el tamaño de una mano. Por eso esta tarta de higos individual tiene dos pisos de altura. Se hace sobre una base de hojaldre que no puede hornearse demasiado, porque, como los higos tienen un alto porcentaje de azúcar, se convierten en mermelada. Por eso se cocina en piezas pequeñas: para evitar el exceso de horneado. Es una receta muy sencilla. Solo hace falta poner el hojaldre y, sobre él, una crema pastelera cubierta con los higos pelados. Bastará con hornear siete minutos, tras lo que se cubre con azúcar glas. Así de sencillo.
La única dificultad de este postre consiste en pelar los higos. Pero existe un truco: congelar y descongelar la fruta previamente. De este modo, la peladura sale muy fácilmente. El higo es la fruta más dulce que existe. Se toma de mil maneras, fresco, en compota, seco y hasta convertido en bombón. Su sabor varía mucho en función del tipo de higuera y de la tierra en que se cultive. Cuando no brota en invierno, lo hace en primavera y da lugar a la breva. Al partir los higos, brota un líquido lechoso, el látex, que se emplea en la coagulación de los quesos.