Conocí hace tiempo a una mujer de 74 años, ama de casa y viuda, que presidía un centro recreativo para jubilados en Guipúzcoa. Estuvimos charlando una mañana sobre las heridas de las personas mayores y los remedios que las curan. “A veces, basta con no oír un ‘buenos días’ para entristecerte”, decía. Rescato la conversación, […]